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20 noviembre 2006

Comentarios de una lectora


Sartre y Beauvoir. La historia de una pareja
de Hazel Rowley.
Traducción de Montse Roca. Lumen. Barcelona, 2006.

Esta biografía, una de las muchas y variadas que existen sobre estos controvertidos personajes -que ha sido aprobada por la hija adoptiva de Simone de Beauvoir y, sin embargo, rechazada por la heredera de Paul Sartre-, muestra, una vez más, los muchos aspectos contradictorios y polémicos de la vida de esta célebre pareja de escritores y los muchos entresijos de sus propias vidas personales que levantan polémica, incluso entre sus allegados.

La autora de esta nueva biografía, autorizada y desautorizada por las herederas de una y otro, realiza una semblanza de Sartre y Simone de Beauvoir, buscando la simplificación en la forma y el dato conciso, claro y escueto, aportado por sus propios protagonistas. Con gran abundancia de datos y entrecomillados en sus más de 500 páginas, esta obra nos permite penentrar en las zonas más oscuras y desconocidas de unas vidas atrapadas en el laberinto de sus relaciones amorosas, pero sin obviar la apasionada y controvertida participación de ambos en la vida cultural y en los acontecimientos de su época y de que fueron autores de algunos de los libros más importantes del siglo XX. Quizás, esta obra adolece de un análisis más profundo y complejo de la personalidad humana, intelectual y literaria de esta pareja de escritores franceses, una de las más famosa de todos los tiempos.
En la magnífica y compleja biografía de Sartre, de Annie Cohen-Solal (Edhasa), la autora declaraba la dificultad de “tocar a Sartre” porque el campo de información sartriana es “denso y movible”, al tiempo que la obra del filósofo escapa a un enfoque global porque Cohen-Solal reconocía que acercarse a Sartre (y por tanto a Beauvoir), suponía tocar la historia del cine, la literatura, la estética, las luchas políticas, el teatro la prensa y el feminismo.
Rowley, autora de esta biografía ahora comentada, no se adentra en las personalidades complejas de sus protagonistas, en contra de lo que hizo Annie Cohen-Solal, en la extroordinaria y profunda biografía del binomio Sartre-Beauvoir, publicada por Edhasa, cuando declaraba la dificultad intrínseca de estudiar en toda su plenitud la figura y obra de Sartre porque es ésta “abundante, proteiforme, inconclusa y abierta”, ya que si se estudia su bagaje intelectual y su influencia en la vida cultural de su época, habria que estudiar la historia del cine, la literatura, la estética, el teatro, las luchas políticas y sociales de su tiempo y el movimiento feminista del que fue una abanderada Simone de Beauvoir. Sin embargo, Rowley realiza una visión con perspectiva distinta, ya que realiza una exposición del prolijo y variado anecdotario privado de esta pareja singular, y reemplaza el análisis profundo y comprensivo de sus vidas y obra, a través de sus múltimples, apasionados y, muchas veces, tormentosos romances, amores y aventuras, aunque la biógrafa haga este recorrido con seriedad, rigor y objetividad, sin realizar ningún juicio de valor sobre los datos expuestos, dejando esa posibilidad a los lectores de juzgar a los protagonistas de la historia vital y artística más apasionante del siglo XX.

Por esta biografía deambulan una serie de personajes y nombres, todos ellos relacionados sentimental o familiarmente con Sartre o Beauvoir, o con ambos, al mismo tiempo, como es el caso de Arlette Ekaïm, primero amante de Sartre y después su hija adoptiva, o Sylvie Le Bon, la hija adoptiva de Beauvoir, y que también fue primero su amante y, después, adoptada por la escritora, ambas amantes de Sartre y también de Beauvoir, de forma simultánea o sucesiva, entre otros muchos nombres que no se pueden relacionar por su extensión y variedad.

Por ello, esta biografía pone todo su acento sobre los muchos y complejos nudos de relaciones amorosas y familiares, aunque se trate de una familia rara con toques incestuosos, y en el asombroso desfile de datos sobre la escandalosa vida sexual de sus protagonistas, datos que revelan que eran infieles, mentirosos, promiscuos y contradictorios en su vida íntima que queda expuesta ante la mirada de todos en toda su crudeza, y a la que define la propia frase escrita por Beauvoir que resume y explica su propia actitud ante el mundo:”Nada nos limitaba, nada nos definía, nada nos esclavizaba”.

Esta biografía no dejará indiferente a los lectores porque en ella se expone, como en un rico caleidoscopio, la visión de unas vidas apasionadas que, en esta obra, se manifiestan mostrando la parte oscura, lúbrica y secreta, de dos destinos unidos en una misma pasión por aunar el arte, la vida y la búsqueda del placer, en una simbiosis total en la que se borrarn los límites y se traspasan todas las fronteras.
Ana Alejandre

© copyright 2006. Todos los derechos reservados

Apuntes biográficos


Jean Paul Sartre

Nació en París, el 21 de junio de 1905, donde cursó estudios en la Escuela Normal Superior de su ciudad natal y, después, en la Universidad de Friburgo (Suiza) y en el Instituto Francés de Berlín (Alemania). Más tarde, fue profesor de Filosofía en varios liceos desde 1929 hasta el comienzo de la II Guerra Mundial, que fue cuando se incorporó al Ejército.

Fue hecho prisionero por los alemanes, desde 1940 hasta 1941, año en el que fue puesto en libertad. Más adelante dio clases en Neuilly (Francia) y, posteriormente, en París, en donde colaboró con la Resistencia francesa. Las autoridades alemanas, que ignoraban sus actividades clandestinas, admitieron la puesta en escena de su obra de teatro antiautoritaria Las moscas (1943) y, más tarde, también permitieron la publicación del más famoso título de su trabajo filosófico El ser y la nada (1943).

En1945 decidió abandonar su actividad docente y fundó, entre otros, con Simone de Beauvoir, escritora e intelectual de gran resonancia con la que mantuvo una larga relación que duró varias décadas y que es el eje central de la biografía más arriba comentada-, Les Temps Modernes, revista política y literaria de la que fue editor jefe. Su fama de socialista independiente, sobre todo a partir de 1947, le vino dada por su constante crítica tanto contra la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) como contra Estados Unidos, durante los años de la Guerra fría.

En casi todos sus escritos de la década de 1950 aparecen reflejadas cuestiones políticas, con especial hincapié en sus denuncias de la actitud represora y violenta del Ejército francés en Argelia. Pro ese motivo, y a pesar de ser llamado reiteradamente a la actividad política de tendencias marxistas, Sartre nunca se afilió al Partido Comunista Francés, y pudo así conservar su independencia de juicio para criticar apasionada y reiteradamente las intervenciones militares soviéticas en Hungría (1956) y en Checoslovaquia (1968).

En 1964, rechazó el Premio Nobel de Literatura que le fue concedido, y adujo para tal negativa que su aceptación comprometería su libertad e independencia como escritor.

El 15 de abril de 1980, falleció en París este personaje influyente en las corrientes intelectuales y literarias de su época y cuya resonancia llega y perdura hasta el presente.


Ana Alejandre
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Cuentíssimos


Doble identidad


El trabajo era apasionante para ella aunque le restaba horas de sueño y de descanso, pero merecía la pena cuando veía el trabajo bien hecho y los resultados se palpaban en la excelente acogida que los lectores deparaban a sus reportajes, artículos y entrevistas. Era suficiente satisfacción al ver, en letra impresa, los resultados de aquella minuciosa investigación realizada la primavera pasada, cuando le avisaron que tenía dos meses para terminar de compilar la información y redactar el reportaje que tanto interesaba al periódico que se lo había encargado, un semestre tras. Recordaba los viajes cortos e intensos en el tiempo durante esos dos meses y en la larga distancia recorrida, por la multiplicidad de viajes rápidos en duración, para realizar los contactos que le aportarían los últimos y definitivos datos, los mismos que vertebrarían el reportaje que, con las pruebas y documentos necesarios y aportados, validarían la información ofrecida ante el asombro y la expectación de los lectores.

Allí veía en la pantalla del ordenador todos los nombres, cifras, fechas y lugares que describían, con la frialdad aséptica de un informe y la pasión y vehemencia de una realidad vivida y contrastada, la que, una vez descubierta públicamente, convulsionaría la opinión pública al destaparse aquel asunto escandaloso en el que se verían implicados nombres e instituciones, descubriendo una red de corrupción que haría tambalear a los cimientos de la propia Administración, desvelando una de sus muchas facetas ocultas para el público en general.

Había merecido la pena todo el esfuerzo y los años en los que tuvo que soportar situaciones insostenibles para poder estar en primera línea y vivir de forma personal y cercana una realidad que, vergonzosa, pondría de manifiesto aquel reportaje y las pruebas conseguidas a fuerza de paciencia, tesón y aguante ante unos hechos que no eran más que la evidencia de que algo olía a podredumbre en los círculos oficiales. Acababa de leer las galeradas, con las fotografías tomadas con cámara oculta, los documentos manuscritos y los testimonios de quienes, por miedo, preferían permanecer en el anonimato por temor a las represalias.

Por eso, era preferible segur como una corresponsal, anónima y desconocida, en un ambiente en el que era una pieza más del engranaje oficial, sin ninguna relación aparente, a no ser casual y anecdótica, con los medios de comunicación, entre los que se contaban las más importantes cadenas de televisión y los periódicos más influyentes. Sólo de esa forma, trabajando en el anonimato, podía vivir in situ las situaciones y los hechos objetos de investigación, con la cercanía y la implicación que permitía conocer, en sus más ocultos entresijos, el tema o cuestión objeto de investigación. En el fondo, ese trabajo apasionante era similar al que realizaba la policía en ambientes de la delincuencia, en los que se infiltraban los agentes como alguien también al margen de la Ley, para conseguir la obtención de datos que condujeran a la detención de los culpables de unos determinados hechos delictivos.

Ahora había llegado el momento de desenmascarar determinadas situaciones que se repetían, con demasiada frecuencia en los últimos años, en otros lugares con la misma organización jerárquica.

Apagó el ordenador, cerrándose la visión de aquellas páginas que muy pronto verían la luz, la misma luz que haría resaltar la verdad sobre unos hechos vergonzosos. Sólo tenía que darle el visto bueno a la redacción para que el reportaje siguiera su curso y saliera publicado cuando los responsables del periódico consideraran oportuno a sus diferentes programaciones.

Eso sí, como siempre en casos anteriores, el trabajo investigado y redactado por ella saldría a la luz con un nombre masculino, muy conocido y respetado, borrando toda referencia a su verdadera identidad: la de una corresponsal comprometida y experimentada que, en el anonimato de su verdadera identidad para los lectores y para quienes la conocían en los ambientes en los que realizaba las investigaciones para la realización de los reportajes encomendados, podía así vivir una doble vida; pero siempre al servicio de la verdad y el descubrimiento de unos hechos que la opinión pública tenía el derecho de conocer y juzgar.

Miró la pantalla negra en la que había desparecido todo rostro de claridad y sonrió porque, en contraste y como metáfora, sabía que ahora sí que se haría la luz sobre una verdad y unos hechos que había vivido en primera persona y de los que podía dar fe, datos, pruebas y testimonio de testigos de esa verdad irrefutable, aunque uno de dichos testigos fuera quien había redactado el texto; pero siempre oculta bajo aquella doble identidad que la protegía con su falsedad, en una extraña paradoja, de quienes temían que la verdad fuera descubierta porque con ella sería revelada su propia vileza,


Ana Alejandre


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Retratos ejemplares


Retratos Ejemplares
(ejemplos para no imitar)


El gilipollas

Es un espécimen muy abundante en la fauna ibérica de ambos sexos, en todos los ambientes laborales, académicos, sociales y políticos. La naturaleza de tal no le viene dada por una dificultad o minusvalía psíquica que le impida realizar las funciones intelectuales, ni disminuye su capacidad volitiva, en cuanto a que es capaz de plantearse un objetivo y orientar sus acciones a la consecución del mismo; sino que la naturaleza de gilipollas le viene dada en que no advierte nunca que sus medios son desmedidos, inadecuados, inoportunos o absurdos para conseguir sus fines, quedando, por ello, muchas veces, al descubierto su propia gilipollez, sin ninguna atenuante que lo justifique.

Siempre, se distingue a este ejemplar de la estupidez humana en que son aquellos que tienen la solución para todos los problemas, aunque no tenga ni una lejana idea de cuál es el problema que intenta resolver. No admite jamás no saber nada de un tema o asunto concreto y siempre alardea que sus sistemas de actuación y/o despiste ante los demás son infalibles, quedando, por ello, en multitud de ocasiones, en el más absoluto de los ridículos. Su fatuidad y sentido de la propia importancia, que sólo él sabe en qué radica, le convierte en el típico fantasmón al que todo le parece posible alcanzar por su aguda inteligencia, sobre todo en aquellas cuestiones en donde han fracasado otros anteriormente. Naturalmente, nunca admite un no de nadie ante sus deseos o expectativas, a las que sólo él considera legítimas, exigibles y, por ello, alcanzables, aunque para ello tenga que utilizar todo un arsenal de argucias, pretextos, métodos de acoso, engaños, o salidas de tono, sin olvidar en su actuación ninguna graduación de la memez y la más absoluta falta de juicio y autocrítica.

Cuando algo o alguien le niega algo, por lo que no puede alcanzar algún objetivo, su empeño en conseguirlo se multiplica porque no hay nada que le aumente más su deseo que la negativa u obstáculo para alcanzarlo. Por ello, no admite nunca un no, y se convierte, el sujeto activo de la negativa, en blanco de sus intentos continuados de acoso y derribo de la oposición manifestada, ya que el juicio inapelable del gilipollas tiene que primar sobre cualquier razón expuesta por quien no quiere cumplir los deseos o mandatos de este ejemplar de la intolerencia y la imbecilidad combinadas.

Su razonamiento, al igual que su lenguaje, es confuso, enrevesado, envolvente como una cortina de humo, para que el oponente no puede comprender qué es lo que le dice, quiere o, simplemente, expresa este mentecato en ejercicio y, por lo tanto, quede confundido su interlocutor y no pueda articular palabra o coordinar sus ideas. Ese deseo implícito de confundir es el que siempre alerta a su oponente de que algo trama en el laberinto de sus ideas tan confusas y enredadas como su lenguaje.
Sin embargo, este espécimen no es tonto, en el sentido exacto de la palabra, sino un "listo" que se pasa muchas veces de ídem y, por ello, no advierte el peligro que se puede ocultar detrás de la actitud paciente y, supuestamente, crédula de su interlocutor, la que, para este ejemplar de gilipollas, sólo es la muestra más evidente de que está en la inopia y es completamente inofensivo, además de ignorante de sus maquiavélicas intenciones. Por ello, es muy proclive a intentar que los demás, en el trabajo, en clase, en la familia o entre los amigos, le saquen "las castañas del fuego" los supuestos engañados por su verborrea confusa y diarréica, cuando les cuenta "el cuento de la buena pipa", con secreto regocijo al creer que el otro se lo ha tragado y que sólo le falta esperar para conseguir los frutos de su ingenio en forma de trabajo hecho por quien no le corresponde realizarlo, chuletas salvadoras de un examen conseguida a través del compañero "primo", excusa ante una situación embarazosa que le proporciona el pariente "panoli", o la situación ventajosa y abusiva obtenida de un amigo que se ha tragado el cuento chino de turno.

Este ejemplar, muy corriente en la sociedad de ahora y siempre, no ve nada más que aquello que le permite su egolatría, su vanidad y su propio egoísmo de gilipollas convicto y confeso. Por ese motivo, no es raro que meta la pata, una, dos, cien y mil veces, creyendo lo muy acertado de sus decisiones, de sus juicios de valor –más bien de desvalorización de todo y de todos, porque nadie está a su altura ni nada merece la pena ser tomado en consideración por este ejemplar de la imbecilidad activa-, y cuando se da cuenta de lo inapropiado de sus acciones y de sus palabras, ya es demasiado tarde, o demasiado pronto, porque la inoportunidad es una de sus características más acusadas, y es entonces cuando se da cuenta de que, desde el primer momento, el oponente a sus deseos, caprichos, o supuestos derechos, le ha tomado la medida y le ha puesto en cuarentena a él y a sus inefables ideas, tretas y manipulaciones, además de colocarle, definitiva e irrevocablemente, el cartel calificador en el que se puede leer una sola palabra que le abarca, define y califica, global y certeramente, y que no es otra que la de "gilipollas".


Ana Alejandre

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06 noviembre 2006

Próxima actualización de A vuelapluma: 20/11/06

Efemérides

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En octubre se han cumplido 50 años de la concesión del Premio Nobel de Literatura a Juan Ramón Jiménez, poeta español universal, cuya figura poética llena con su sonoridad y belleza lírica una parte importante de la literatura española del siglo XX.

Modernista y simbólico, supo aunar en su poesía la armonía rotunda de las palabras y el eco sonoro de esa luz del Sur que siempre le acompañaba, creando así su intensidad poética, gracias a una extrema sensibilidad que le permitía penetrar más allá de las apariencias para adentrarse en el verdadero significado de las cosas y poder extraer de ellas el don inagotable de la belleza.

Para rendirle un modestísimo homenaje -muchos otros le serán ofrecidos en los próximos dos años por diversas instituciones que honrarán su memoria-, a manera de recuerdo de su trayectoría vital y literaria, y con el ejemplo de cinco poemas de diferentes épocas, queda expresada mi admiración por este poeta que, siendo español, traspasó las fronteras del lenguaje para llegar a todos los confines con el eco profundo de su poesía imperecedera.
Ana Alejandre
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Poetas españoles


Apuntes biográficos
de Juan Ramón Jiménez


Nacido en Moguer (Huelva,) el 24 de diciembre de 1881. Estudio Derecho en Sevilla y en 1900 publicó en Madrid sus dos primeros libros, Almas de violeta y Nínfeas (los que, por estar impresos en violeta y verde respectivamente, tanto irritaron al poeta en sus últimos años, por lo que destruyó cuantos ejemplares pudo encontrar). Desde muy pronto sintió el influjo del simbolismo francés y el modernismo. Escribió tras obras poéticas: Rimas (1902), Sonetos espirituales (1917), Diario de un poeta recién casado (de 1917 y reeditado en 1948 como Diario de poeta y mar. Esa obra refleja la transición a lo que él mismo llamó la poesía desnuda, sin métrica formal y de una naturaleza más pura), Criatura afortunada, Sitio perpetuo, Flor que vuelve, Pájaro fiel, Estrofa, Arias tristes, Jardines lejanos (obra ésta última influída por su amigo Rubén Darío), Elegías puras, Elegías intermedias, Elegías lamentables, La soledad sonora, Pastorales, Melancolía, Laberinto, Estío, Eternidades, Piedra y cielo, Segunda antología poética, Poesía, Belleza, Canción y Romances de Coral Gables.
También, en prosa y verso, escribió: Poesía en prosa y verso, La estación total con las canciones de la nueva luz y Animal de fondo. Además, escribió en prosa: Platero y yo y Españoles de tres mundos.
En 1916 contrajo matrimonio con Zenobia Camprubí Aymar, traductora al español de Rabindranath Tagore.
Juan Ramón Jiménez murió el 29 de mayo de 1958, en San Juan de Puerto Rico, donde vivía exiliado por propia voluntad tras la Guerra Civil española.


Ana Alejandre

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Algunos poemas de Juan ramón Jiménez







IBA TOCANDO MI FLAUTA

Iba tocando mi flauta
a lo largo de la orilla;
y la orilla era un reguero
de amarillas margaritas.

El campo cristaleaba
tras el temblor de la brisa;
para escucharme mejor
el agua se detenía.

Notas van y notas vienen,
la tarde fragante y lírica
iba, a compás de mi música,
dorando sus fantasías,

y a mi alrededor volaba,
en el agua y en la brisa,
un enjambre doble de
mariposas amarillas.

La ladera era de miel,
de oro encendido la viña,
de oro vago el raso leve
del jaral de flores níveas;

allá donde el claro arroyo
da en el río, se entreabría
un ocaso de esplendores
sobre el agua vespertina...

Mi flauta con sol lloraba
a lo largo de la orilla;
atrás quedaba un reguero
de amarillas margaritas...



¡QUÉ TRISTEZA DE OLOR A JAZMÍN!

¡Qué tristeza de olor de jazmín! El verano
torna a encender las calles y a oscurecer las casas,
y, en las noches, regueros descendidos de estrellas
pesan sobre los ojos cargados de nostalgia.

En los balcones, a las altas horas, siguen
blancas mujeres mudas, que parecen fantasmas;
el río manda, a veces, una cansada brisa,
el ocaso, una música imposible y romántica.
La penumbra reluce de suspiros; el mundo
se viene, en un olvido mágico, a flor de alma;
y se cogen libélulas con las manos caídas,
y, entre constelaciones, la alta luna se estanca.

¡Qué tristeza de olor de jazmín! Los pianos
están abiertos; hay en todas partes miradas
calientes... Por el fondo de cada sombra azul,
se esfuma una visión apasionada y lánguida.




ESTOY TRISTE, Y MIS OJOS NO LLORAN

Estoy triste, y mis ojos no lloran
y no quiero los besos de nadie;
mi mirada serena se pierde
en el fondo callado del parque.

¿Para qué he de soñar en amores
si está oscura y lluviosa la tarde
y no vienen suspiros ni aromas
en las rondas tranquilas del aire?

Han sonado las horas dormidas;
está solo el inmenso paisaje;
ya se han ido los lentos rebaños;
flota el humo en los pobres hogares.

Al cerrar mi ventana a la sombra,
una estrena brilló en los cristales;
estoy triste, mis ojos no lloran,
¡ya no quiero los besos de nadie!

Soñaré con mi infancia: es la hora
de los niños dormidos; mi madre
me mecía en su tibio regazo,
al amor de sus ojos radiantes;

y al vibrar la amorosa campana
de la ermita perdida en el valle,
se entreabrían mis ojos rendidos
al misterio sin luz de la tarde...

Es la esquila; ha sonado. La esquila
ha sonado en la paz de los aires;
sus cadencias dan llanto a estos ojos
que no quieren los besos de nadie.
¡Que mis lágrimas corran! Ya hay flores,
ya hay fragancias y cantos; si alguien
ha soñado en mis besos, que venga
de su plácido ensueño a besarme.

Y mis lágrimas corren... No vienen...
¿Quién irá por el triste paisaje?
Sólo suena en el largo silencio
la campana que tocan los ángeles.



TAL COMO ESTABAS

En el recuerdo estás tal como estabas.
Mi conciencia ya era esta conciencia,
pero yo estaba triste, siempre triste,
porque aún mi presencia no era la semejante
de esta final conciencia

Entre aquellos geranios, bajo aquel limón,
junto a aquel pozo, con aquella niña,
tu luz estaba allí, dios deseante;
tú estabas a mi lado,
dios deseado,
pero no habías entrado todavía en mí.

El sol, el azul, el oro eran,
como la luna y las estrellas,
tu chispear y tu coloración completa,
pero yo no podía cogerte con tu esencia,
la esencia se me iba
(como la mariposa de la forma)
porque la forma estaba en mí
y al correr tras lo otro la dejaba;
tanto, tan fiel que la llevaba,
que no me parecía lo que era.

Y hoy, así, sin yo saber por qué,
la tengo entera, entera.
No sé qué día fue ni con qué luz
vino a un jardín, tal vez, casa, mar, monte,
y vi que era mi nombre sin mi nombre,
sin mi sombra, mi nombre,
el nombre que yo tuve antes de ser
oculto en este ser que me cansaba,
porque no era este ser que hoy he fijado
(que pude no fijar)
para todo el futuro iluminado
iluminante,
dios deseado y deseante.




EL VIAJE DEFINITIVO

Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando;
y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.

Todas las tardes el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincon de aquel mi huerto florido y encalado,
mi espiritu errará, nostalgico.

Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando.

Al filo de los días


Internet, los libros y la feria de Francfort


En esta famosa feria de editores, entre los cien mil nuevos títulos presentados, existe un gran número de ellos que aparecen en los soportes digitales tipo CD, DVD, audiolibros y otros formatos como mp3. Esta gran afluencia de las nuevas tecnologías en el sector del libro produce que el mensaje y el medio o soporte se confundan, por lo que se presentan novelas, po ejemplo, que anteriormente habían sido escritas en forma de blogs en internet, como es el caso de la escritora chilena Francisca Solar que ha obtenido un gran éxito. Sin embargo, no todo son bonanzas en estas nuevas aventuras editoriales, porque algunos blogs literarios de éxito en internet, una vez editados en papel, han fracasado en las librerías, como es el caso de Penguin con el blog de Catherine Sanderson “La petit anglaise” que recibió un millón de dólares por dos libros. También han tenido unas ventas flojas el blog de un abogado o el de un taxista de Nueva York, que disfrutaban de una gran acogida en la red, mientras que, para gran sorpresa de todos, el éxito más sonado es el blog de una madre que lucha por cocinar las recetas que ofrecen los diversos programas culinarios de la televisión y cuenta sus peripecias. Todo el misterio sobre el posible éxito o fracaso de un libro se extiende, desde las de papel únicamente, a las obras previamente publicadas en internet, algunas de las cuales obtienen un éxito clamoroso en ese medio y fracasan después, una vez trasladadas al papel, demostrando con ello que no hay recetas infalibles a la hora de saber cuál es el truco, el libro, el tema o la técnica a emplear para conseguir que una determinada obra sea aceptada o no en un medio y no rechazada en otro.

No hay que olvidar que internet es actualmente un medio valiosísimo para hacer llegar la alfabetización y la educación a poblaciones enteras aisladas de cualquier parte del mundo que utilizan la potente red de redes para recibir educación y conocimientos y son más de setecientos millones de analfabetos los que se benefician de esta vía de comunicación que está demostrando ser una potente arma de enseñanza a distancia, muchas veces, la única posible para llegar a poblaciones aisladas que reciben así un medio extraordinariamente eficaz como vehículo de comunicación y de educación. La Feria de Francfort ha creado, por ello, la sección denominada “El futuro de la educación” para atender a esos setecientos millones de iletrados, entre los que se cuentan muchos analfabetos funcionales en Occidente, incapaces de leer o escribir más allá de un texto breve.

La presidenta de la Unión Internacional de Editores ha explicado que “un tercio de todos los libros del mundo se publican en el mercado sudamericano, otro tercio en Europa y algo menos en el área asiática del Pacífico”. El resto parece ser que no lee o lo hace solamente en internet.

Por otra parte, se ha demostrado en esta Feria de Francfort y con relación a las obras consultadas en la red, que la obra más buscada en ella es el Corán, lo que nos debe hacer meditar sobre la influencia de la religión musulmana que es cada vez más acusada sobre gran parte de la población inmigrante en Europa y las implicaciones que éste fenómeno cultural-religioso puede tener, a medio y largo plazo, sobre la cultura occidental.

También, y en cuanto a hábitos de lecturas en internet, se demuestra que en la red se lee buscando determinados conceptos y se llega hasta autores consagrados que han hablado sobre el tema del que se realiza una consulta, es decir, se busca el término o la palabra y de ahí se llega a un determinado autor . Por ello, Google, la gigante americana en internet, está queriendo ofrecer a los internautas el acceso a obras literarias completas y no sólo a títulos y reseñas, con lo que este medio se puede llegar a convertir en una biblioteca universal al alcance de todos, incluso de los que no tienen demasiada aficción a los libros y la lectura que son, precisamente, los más necesitados de alicientes y facilidades para llegar a ellos. Además, hemos podido saber que aparte del Corán, una determinada guía de flores, un manual sobre robots todoterreno, otro que trata sobre tipos de interés (financieros) y la crítica anti Bush de Chomsky son las obras más buscadas en el mayor buscador del mundo, o sea, Google. En cuanto a España, una relación o compilación de nombres para recién nacidos y “La Administración moderna” son los libros más buscados. En Alemania el título más buscado es el Kama Sutra; en Francia los libros sobre anatomía y matemáticas. Estos datos contradicen las listas de los libros más vendidos que se publican periódicamente en la prensa especializada, lo que demuestra que los gustos y preferencias en internet son diferentes a las obras preferidas por el público de venta en librerías. Es como si el papel impreso y la realidad virtual fueran por caminos distintos y paralelos y el internauta ,cuando consulta o lee en la red, muestra unos gustos y preferencias distintos a los que tiene a la hora de elegir y comprar un libro impreso.

Por todas estas tendencias demostradas en la red, “Abebooks” el mayor centro de venta de libros usados en internet, con cien millones de títulos catalogados, va a realizar una nueva catalogación y crear un nuevo algoritmo combinado de búsqueda. Sin embargo, a pesar de los datos anteriormente expuestos, se puede afirmar que el mayor potencial digital o virtual no es lector, sino buscador: las enciclopedias, diccionarios de idiomas y obras de consulta en general se utilizan en la red, por lo que su venta en papel impreso ha descendido y tiende a desaparecer porque, teniendo la posibilidad de consultar estas obras en la red, nadie pagará y almacenará los diferentes volúmenes de estas obras de consulta que son voluminosas, en general.Por todo ello, Anna Metzner, del Circulo para la Publicación Electrónica afirma que :“Los jóvenes buscan, se informan y aclaran sus dudas en internet.”lo que ha hecho descender la venta de estas obras de consulta incluso en soporte digital: CD-ROM o DVD, aunque los editores de estos afirman la mayor calidad contrastada de sus obras digitales frente a internet, ya que, por ejemplo, un artículo de Wikipedia, el ejemplo más conocido de la información enciclopédica gratuita en internet “puede tener fallos”, según admite su portavoz, Anne Klempert, pero, continua diciendo, “la probabilidad de pronta corrección es muy alta”. Según refleja una encuesta entre editores, un sesenta por ciento de ellos estima que la venta en CD o DVD va a desaparecer y éstos se descargarán, a menor precio, de la propia red.

Por otra parte, el proyecto de Google de proporcionar extractos de todos los libros del mundo, desde hace dos años, es muy criticado por editores, que están digitalizando y facilitando textos para el programa paralelo Google Book Search, que buscará en páginas y las mostrará sueltas, indicando dónde acceder al libro. La Asociación de Editores Alemanes, de forma previsora, se está adelantado a esto y a un desfase como el reciente de la industria discográfica, creando su propia base de 100.000 títulos (VTO), con extractos o textos completos para asegurar que «editor y autor mantengan el dominio sobre sus obras». Esta es una forma de responder a Google, aunque esperan que el buscador contacte con ellos para cooperar en esta misión.

El director del proyecto habló de una posible «primera piedra dentro de una biblioteca europea en internet». Hay que tener en cuenta que la edición y descarga de libros científicos en internet duplica ya a la publicación en papel. «El libro en este segmento es cada vez más superfluo», dice el director del Instituto de Ciencias del Libro de Maguncia. Ana María Cabanellas, presidenta de los editores, quien resta importancia a las nuevas tendencias editoriales ya que, según afirma que los 70.000 millones de euros que mueve el libro en el mundo superan la facturación del vídeo, CD, música descargada de internet y juegos de ordenador..

El futuro del libro parece esperanzador, tanto sea electrónico como en papel-que nunca podrá ser reemplazado por otro soporte, sobre todo en obras de literatura, ensayo, biografía, historia, etc., porque una cosa es consultar una palabra, artículo o definición en la pantalla del ordenador y otra muy distinta es la de poder leer "Guerra y Paz" o "Don Quijote de la Mancha" en una pantalla, porque no habría ojos que aguantaran el suplicio; ni tampoco el libro de siempre, con sus hojas recién impresas y con olor a tinta fresca, perderá su encanto y la magia que ofrece cuando abre sus páginas y ofrece el universo de sensaciones, magia y misterio que todo libro representa, sustituído por todas las ventajas que los nuevos hallazgos de la electrónica puedan ofrecer a cambio.
El papel del libro, impreso o digital, es importante e imperecedero, como soporte y vía de la cultura y el conocimiento; pero nunca podrá reeemplazar la pantalla de un ordenador a la fascinación que un libro impreso en papel representa para quienes, lectores de verdad, nos sentimos prendados y enganchados a la página impresa de un libro de siempre, que te acompaña a cualquier lado y que no depende de ningún requisito añadido para ser leido, además del deseo, la complicidad y la atención del lector, que siempre es quien le da protagonismo y sentido a la obra escrita, en forma de libro, y revalida así su papel de transmisor del pensamiento y la cultura.

Ana Alejandre

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Retratos ejemplares


Retratos ejemplares
(ejemplos para no imitar)

Se puede confiar en las malas personas;
no cambian jamás . (William Faulkner)
La arpía


Este prototipo se da en todas las clases sociales, culturales y en ambos sexos, en cuanto a la maldad se refiere, pero este apelativo es exclusivo siempre del prototipo femenino, ya que la propia acepción del término es: 1. “Monstruo fabuloso con rostro de mujer y cuerpo de ave de rapiña.” Y 2. “Se aplica a una mujer mala, de mal carácter, que usa un lenguaje insultante y grosero.” En este segundo significado habría que añadir que el lenguaje grosero puede no ser necesario en todos los casos como característica definitoria de este espécimen peligroso, porque muchas veces el lenguaje de la arpía es sinuoso, insidioso y calculado en sus efectos.

Es, por tanto, un prototipo femenino –sin que ello conlleve implícitamente la idea de que el ser perverso y maléfico no se pueda dar en el género masculino, de lo que hay demasiados ejemplos-. Aceptando, en este caso, la definición de arpía exclusiva para uno de los sexos, el femenino, nos encontramos a este tipo de personas representado por una mujer de cualquier edad y condición, nivel cultural y social, profesión, si la tuviera, y capacidad, por lo que, algunas, han cursado estudios medios o superiores, pero realizados sin vocación ni entusiasmo, buscando sólo el título que las distinga, por esa búsqueda constante de las meras apariencias.
Si está casada y, además de madre de familia, trabaja, suele hacerlo siempre con, independencia de su valía, en un puesto que le otorgue cierto mando, para lo que suele estar dotada, ya que si algo le gusta es mandar e imponer su voluntad a todos e intentar siempre que los demás hagan su santa voluntad, porque ésto es consustancial a su temperamento dominante y soberbio

No suele tener aficiones, porque nada le gusta y todo le aburre, por lo que su conversación es bastante limitada, al igual que su inteligencia, su educación y su cultura, porque no ha leído más libros que los que le han exigido durante su etapa de estudiante, si alguna vez lo fue y, desde entonces, el único libro que lee es el de cuentas, por eso del ahorro y la economía en los que es toda una experta –reflejado en la simbología de las características de ave de rapiña- y, por ello, en su trato cotidiano, suele ahorrar simpatía, calidez humana y respeto al prójimo, ya que los considera un gasto inútil que no le depara ganancia alguna que es lo que, en verdad, siempre busca en sus relaciones personales, familiares y laborales..

Cuando desempeña un trabajo suele ser del tipo de “especialista” o “técnica” en algo, aunque nunca demuestre realmente cuál es su especialidad, ya que el puesto siempre es genérico y difuso, al igual que el conjunto de sus obligaciones, aunque este personaje prototípico es especialista, únicamente, en crear la discordia y la desunión, tanto en las relaciones personales y familiares como en las laborales, en cuya innoble misión demuestra siempre que sí es una técnica cualificada y ,por ello, genera, con su sola presencia, un malestar general en la empresa u organización en la que trabaja, creando un clima de descontento generalizado y rivalidad entre el personal, en el caso del mundo laboral, o suele provocar la discordia en el seno familiar, procurando, con sus intrigas y la elaboración de rumores, chismorreos y malévolas insinuaciones siempre difamatorias, crear sospechas entre unos y otros miembros de la familia, grupo de amigos o compañeros de trabajo. Para ello, se vale de todas las tretas imaginables, realizando acciones ilegales o, al menos, deshonestas, como es la escucha de conversaciones privadas o el espionaje, para lo que no tiene escrúpulos en instalar micrófonos ocultos y demás artilugios; realizando también actos reprobables para, después, achacar su autoría a terceras personas inocente; o bien, haciendo comentarios y creando rumores, que suele achacar a otros de una manera implícita; pero procurando, en todo momento, quedar a margen del problema suscitado por sus malas artes con el latiguillo acostumbrado para este arquetipo de la inidia humana que es “a mí no me metas en líos” o “yo no de este asunto no quiero saber nada”, olvidando que es la autora de dichos problemas, líos o asunto de los que se quiere zafar, una vez conseguida su meta que es siempre conseguir hacer efectivo el dicho de" divide y vencerás".,

Por su tendencia innata a la intriga y la manipulación, en el ámbito familiar suele hacerse amiga y confidente, aunque sólo en apariencia, de los otros miembros disidentes, rebeldes o, simplemente vinculados por lazos políticos – sus tácticas varían desde buscar la complicidad entre concuñados para aliarse en contra de la familia de los propios cónyuges, por ejemplo, o realizar una labor secreta y constante para desunir a quienes están unidos por lazos de afecto o amistad-, así como intenta separar a los nuevos amigos, compañeros de trabajo, etc, llegados al grupo, o al centro laboral, a los que intenta avisar de quiénes son los componentes del mismo a los que “debe evitar” por ser problemáticos, raros o difíciles, creando siempre así un muro invisible de incomunicación y desprestigio a quien no le ríe las gracias, no se deja manipular por la arpía y sus tejemanejes o, simplemente, le estorba para sus ocultos objetivos nunca confesados.

Esto misma actitud de intriga y discordia la mantiene en el mundo laboral en donde procura hacerse amiga aparente de los pelotas, correveidiles y cotillas más afamados dentro de la organización, con los que con frecuencia va a tomar café o comparte charlas y corrillos, pero siempre dentro del margen acotado de unas relaciones en las que prima el chivatazo, la delación y las acciones más infames hechas por encargo de quien delega en otros los trabajos sucios de los que la arpía, aún siendo la inductora o cómplice necesaria, prefiere permanecer al margen, por eso de la categoría laboral y sus exigencias,que cree ostentar, o en función de sus propios intereses que son los que priman siempre por encima de cualquier escrúpulo, de los que parece estar exenta.

Desprecia a todos los miembros de la familia, amigos y conocidos a los que no puede manipular a su antojo y, por supuesto, a los compañeros o empleados de la empresa u organización en la que simula trabajar y a los que aparenta tratar como iguales -aunque es difícil igualar en catadura moral a semejante hiena- , incluidos a sus supuestos iguales jerárquicos de quienes siempre se siente superior por méritos y capacidad, aunque nadie más piense que es así porque, además de inoperante e inútil, es bastante dada a la incapacidad para desempeñar un cargo y oficio que no sea puramente rutinario y mecánico en su cometido, ya que carece de capacidad de improvisación en un momento dado, además de iniciativa y rapidez mental, por lo que es adecuada únicamente a las tareas de simple control del trabajo ajeno, debido a su frialdad de carácter y a su tendencia a la intolerancia, lo que se puede ver en su rostro en el que no se aprecia nada más que una acusada falta de expresividad emocional, frialdad y antipatía.

Tiene la rigidez y dureza, en su conducta, de todos los que son poco inteligentes, pero posee una astucia muy acusada en conseguir sus propósitos que, muchas veces, se reducen a hacer la puñeta al prójimo que no se avenga a sus deseos o no quiera hacerle la pelota, debilidad de toda arpía en cuanto a buscar la sumisión y la total docilidad de los otros, especialmente de los subalternos y supuestos amigos a los que desprecia; pero utiliza para sus fines, por su innata capacidad para la hipocresía y la dualidad

Si está casada, su matrimonio suele ser bastante insatisfactorio para ella y, sobre todo, para su marido, pues éste suele ser un hombre expansivo y vital, en total contradicción con la sequedad amarga de la arpía, y por ello suele huir de las asperezas angulosas caracterológicas de su mujer, en busca de la cálida armonía y del atractivo de otras mujeres con mayor feminidad y gracia. Por esa insatisfacción emocional y sexual acusada, suele gustarle fastidiar a los demás que, aunque no le aporta el mismo placer, por lo menos, le proporciona alguna satisfacción compensatoria de tan largas temperadas de abstinencia. No es extraño, por ello, que odie a toda mujer que no tenga sus mismas características de rigidez mental, sequedad emocional o de falta de feminidad de la que adolece la arpía, además de que pueda ser más atractivas, inteligentes, culta o independiente de criterio, lo que le hace ser un perfecto blanco de las insidias de ese ave carroñera, por el simple hecho de que se encuentre por el mismo camino por el que transita su amargura insatisfecha, y a la que declara una guerra sorda y constante en la que intenta ganar la batalla que libra con sus propios fantasmas de mujer carente de toda gracia; batalla, además, que siempre termina perdiendo, porque no se gana ninguna batalla en la que la iniquidad y la cobardía sean las únicas armas para quien no conoce más artes que las que le ha enseñado su propia naturaleza de arpía, que es igual que decir su propia y natural vileza.

No goza de simpatías, pero todos los que la rodean le temen porque saben cuál es la verdadera especialidad de la experta en materias tan indescifrables como sus propias ideas, cocidas al fuego lento de su mala leche y puestas en práctica en el páramo existencial que es su vida de mujer insatisfecha, dominante, envidiosa y prepotente.Por ello, en su vida privada no tiene demasiados amigos porque no es dada a cultivar las relaciones humanas para las que carece de la generosidad y la capacidad de compartir necesarias; y en el trabajo tampoco tiene compañeros, a su juicio, sino sólo compinches a los que desprecia y que le cuentan los cotilleos y le mantienen informada sobre las idas y venidas, conversaciones, rumores, disidencias y sucesos cotidianos que, después, sabe utilizar para su provecho y en perjuicio de otros.

Suele tener escasa o nula inteligencia emocional, educación, en el sentido real de la palabra ,y menos aún, respeto por los otros, quizás por sentir indiferencia, cuando no desprecio o envidia, la más letal de las emociones, debida a su creencia implícita en su propia y supuesta superioridad que pone en evidencia en gestos y actitudes y que sólo se basa en su propia indiosincrasia en la que predomina la ambición, la maldad y la hipocresía. Por todo ello, demuestra,cuando quiere ofender o menospreciar a alguien -cosa tan habitual en alguien tan sobrado de vileza-, algunos de los gestos o actitudes injuriosas siguientes: hacer comentarios negativos en público sobre el físico, carácter o características personales de quienes envidia y, por ello, ataca; taparse la cara cuando se cruza con alguien como queriendo aparentar que el otro le molesta con su sola presencia; propalar rumores falsos y vejatorios contra el blanco de la arpía para desacreditarlo ante los demás, sobre todo cuando esos otros muestran admiración, afecto y respeto por el blanco de las iras de este trasunto entre mujer y ave de carroña y un largo etcétera en el que no falta ningún aspecto de la hipocresía, la manipulación y la maldad gratuita, sobre todo gratuita, porque si algo le espanta de verdad a este dechado de virtudes escabechadas en el vinagre de su propia acidez envidiosa, es que no le gusta gastar ni dinero ni esfuerzos en el trabajo, empatía o generosidad hacia el prójimo, capacidad de afecto, simpatía o comprensión, y sólo gasta mala educación, grosería, insolencia y, en algunas ocasiones, supuestas “bromas”, a pesar de la su total carencia de sentido del humor y que no esté basado en zaherir y burlarse de los demás, en las que siempre se oculta el deseo de humillar, ridiculizar o expulsar del ambiente familiar, del grupo de amigos, trabajo u organización a quien le molesta y le incordia porque le pone en evidencia su propia mediocridad, en comparación, ya sea por la negativa del blanco de sus dardos envenenados, en otro muñeco de guiñol que la arpía pueda manejar a su antojo; pero estos actos de humillación, acoso, y ridiculización del otro, sea en forma de indirectas, groserías evidentes, faltas de respeto o simples “bromas” -en este último caso son siempre actos anónimos y los realiza de forma mediata, utilizando los servicios de los parientes, amigos, compañeros de trabajos o subordinados-, son los que ponen de manifiesto la verdadera naturaleza de esta arpía profesional, simple ama de casa, universitaria o sin estudios, empleada o ejecutiva y, en ocasiones, esposa, madre e hija, pero lo que sí es siempre, sin excepción alguna, una hija de p...



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