Buscar este blog

Traductor

Mostrando entradas con la etiqueta novelista. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta novelista. Mostrar todas las entradas

30 marzo 2018

MARIO BENEDETTI


Mario Benedetti


Mario Benedetti

Mario Benedetti , narradorr, poeta, crítico y ensayista, , nació en Paso de los Toros (Tacurembó, Urugay) el 14 de septiembre de 1920. Posteriormente, a los cuatro años, se trasladó a avivir con su familia a Montevideo. Allí estudió en el Colegio Alemán y en el Liceo Miranda.

Más tade, trabajó en diversos y variopintos oficios como fueron los de vendedor, contable, taquígrafo, funcionario público y periodista, profesión esta última que le facilitó su posterior dedicación a la literatura.

En años posteriores, residió en Buenos Aires y fue en 1948, cuando regresó a Montevideo, en cuya ciudad empezó a colaborar eh la revista literaria Marginalia, pasando un año más tarde a formar parte del consejo de redacción de la revista Nümero de la que formó parte durante su primera etapa que llega hasta 1955. Esta publicación es clave en la formación y desarrollo de la que se llamó “generación del 45” o “generación crítica” y que estuvo formada, además de Mario Benedetti, por nombres como Mario Arregui, Carlos Martínez Moreno, José Pedro Díaz, Armonia Somers, Idea Clariño, Sarandy Cabrera, Ida Vitale, Emir Rodríguez Monegal y Carlos Maggi.

En 1948 publica su primera obra de ensayo: Peripecia y novela, a la que siguió el año siguiente su primer libro de cuentos: Esta mañana y, en 1950, los poemas de Sólo mientras tanto. Fue en 1963 cuando publica Quién de nosotros, su primera novela, pero fue su volumen de cuentos Montevideanos, aparecido en 1969, el que le supuso su consagración, porque en esta obra aparecen las principales características de la narrativa de Benedetti.

En 1960, publicó la novela La tregua que le supuso una innegable proyección internacional y cuya obra fue editada en más de cien ocasiones y traducida a diecinueve idiomas, además de llevada al cine, el teatro, la radio y la televisión, lo que pone de manifiesto el éxito indiscutible de esta obra y, por ende, del propio escritor que se convertía así en un nombre conocido y referente de la literatura uruguaya. En esa época Benedetti era también un cronista afamado de su ciudad, Montevideo, y de su época.

Benedetti era ya un reconocido intelectual que traspasaba las fronteras de su país por su prolífica obra, pues a lo largo de su vida ha llegado a publicar más de ochenta títulos que abarcan todos los géneros: la crítica literaria, la narrativa, en ensayo y la poesía. Sus textos son reconocidos por el público por la humanidad cálida que destilan, por la inteligencia de sus análisis y por la remembranza de una país que conoce y describe magistralmente, el costumbrismo que sabe plasmar y exponer con el profundo conocimiento de un estudioso que ama a su país, pero todo ello sin olvidar el dolor que transmite en sus escritos en las épocas dolorosas y terribles que atravesó Uruguay en la época trágica de la dictadura.

Desde 1954 hasta 196o, fue director literario de Marcha, el semanario más importante de la vida política y cultural uruguaya y una de las publicaciones más influyentes de América Latina que fue clausurado en noviembre de 1974, tras pasar suspensiones temporales tras el golpe de estado de 1973. Fue en esa época en la que la actividad de Benedetti se incrementó, ya que a su ferviente labor de escritor y periodista, se sumó su cada vez más intensa actividad política. En 1971 fue uno de los fundadores del “Movimiento de Independientes 28 de marzo”, que pasaría a unirse posteriormente con el “Frente Amplio”, aunque este intento de crear un movimiento alternativo fue abortado por la fuerza por considerarlo subversivo..

Fue en 1973 cuando se vio obligado a abandonar su país, iniciando un largo periodo de exilio, de más de doce años, que le llevó a residir en varios países: Argentina, Perú, Cuba y España y que produjo el proceso que el bautizó como desexilo, que se tradujo en una experiencia amarga con profundas huellastanto en su vida personal como en su literatura.

La obra de Benedetti ofrece la característica de que trasciende más allá de sus títulos publicados. Sus cuentos, novelas y poesías han sido adaptadas al teatro, radio y televisión como un reflejo de su gran aceptación por el público. Algunos de sus poemas han sido convertidos o adaptados a canciones por cantantes como Juan Manuel Serrat, Daniel Viglieti y Silvio Rodríguez. Así como otras poesías han sido llevadas al cine como es el caso de El lado oscuro del corazón o Espabílate, amor.

. Mario Benedetti falleció el 17 de mayo de 2009, después de una larga enfermedad, a los 88 años, en su casa de Montevideo (Uruguay), dejando un profundo vació en las letras hispanas, porque su voz sincera, auténtica y llena de humanidad escéptica se apagó, pero deja detrás una obra intensa, prolífica y que sigue sonando en el vacío de su ausencia como el eco infinito de un escritor inmenso que supo ver la oscuridad del mundo y alumbrarla un poco con su cálida voz de poeta comprometido con los más débiles y humildes, que son siempre el reflejo de esa humanidad doliente de la que todos formamos parte.

BIBLIOGRAFÍA DE MARIO BENEDETTI


                                                   
Mario Benedetti


Obra poética

• Solo mientras tanto (1948-1950).
• Poemas de la oficina (1953-1
• Poemas del hoy por hoy (1958-1961).
• Noción de patria (1962-1963).
• Contra los puentes levadizos (1965-1966).
• A ras de sueño (1967)
• Quemar las naves (1968-1969)
• Letras de emergencia (1969-1973)
• Poemas de otros (1973-1974)
• La casa y el ladrillo (1976-1977)
• Cotidianas (1978-1979)
• Viento del exilio (1980-1981)
• Geografías (1982-1984)
• Preguntas al azar (1986)
• Yesterday y mañana (1988)
• Despistes y franquezas (1990)
• Las soledades de Babel (1991)
• El olvido está lleno de memoria (1994)
• El amor, las mujeres y la vida (1995)
• La vida ese paréntesis (1997)
• Rincón de haikus (1999)
• Inventario (1950-1985). (Poesía) Ed. Visor, Mario Benedetti
• Inventario dos (1986-1991). (Poesía) Ed. Visor, Mario Benedetti
• Antología Poética (1948-1991)
• (Poemas) Ed. Casa de las Américas (1995) Mario Benedetti


Relatos:

• Esta mañana. 1949.
• Montevideanos. 1959.
• La muerte y otras sorpresas. 1968.
• Con y sin nostalgia. 1977.
• Geografías. 1984.
• Despistes y franquezas. 1989.
• Buzón de tiempo
• Cuentos (antología). 1982.
• Cuentos completos. 1986
• El porvenir de mi pasado 2003


Novelas:

• Quién de nosotros (1950).
• La tregua (1960)
• Gracias por el fuego (1965)
• El cumpleaños de Juan Angel (1971)
• Primavera con una esquina rota (1982)
• La borra del café (1992)
• Andamios (1997)


Teatro:

• Pedro y el capitán. 1979.


Crítica literaria:

Peripecia y novela (1948).
Marcel Proust y otros ensayos (1951).
Literatura uruguaya siglo XX (1963 / 5.ª edición ampliada, 1996).
Genio y figura de José Enrique Rodó (1966 / 2.a edición, 1992 ).
Letras del continente mestizo (1967 / 3.ª edición ampliada, 1974)
Sobre artes y oficios (1968).
Crítica cómplice (1971 / 2.ª edición ampliada, 1988).
El recurso del supremo patriarca (1979 / 9.ª edición, 1989).
El ejercicio del criterio (198 1 / 6.ª edición amp liada, 199 5 ).
Poetas de cercanías (1994).
45 años de ensayos críticos (1994).

Ensayo:

• Peripecia y Novela (1948)
• Marcel Proust y otros ensayos (1951)
• El escritor latinoamericano y la revolución posible (1974)
• El desexilio y otras conjeturas (1984)
• La cultura ese blanco móvil - conferencias, ponencias y ensayos breves de 1979-1988. (1989)
• Perplejidades de fin de siglo.

PREMIOS:
• 1949 el premio del Ministerio de Instrucción Pública.
• En 1987 recibió el Premio Llama de Oro de Amnistía Internacional por su novela Primavera con una esquina rota


ENLACES:

Obra, entrevistas, estudios sobre el autor, fonoteca y videoteca.

http://www.cervantesvirtual.com/bib_autor/mbenedetti/

http://www.ac-grenoble.fr/espagnol/amelatina/autores/benedetti.htm

Biografía y Obra



Especial en Clarín con motivo de su ochenta aniversario


Textos


Doctor Honoris Causa por la Universidad de Alicante



PRIMAVERA CON UNA ESQUINA ROTA, DE MARIO BENEDETTI

Mario  Benedett


Primavera con una esquina rota
de Mario Benedetti
Alfaguara,2007


Esta colección de más de cuarenta relatos tiene como figura protagonista el exilio y al exiliado. Fue publicada por vez primera en España en 1987 y ha sido sucesivamente reeditada por Alfaguara, porque en estos relatos cortos, cortísimos algunos, se encuentra al mejor Benedetti, el poeta que escribe ficción con el lenguaje sencillo y poético de quien tiene las armas bien afiladas y la mirada aguda de todo poeta para retratar el día a día de cada exiliado en forma de distintas narraciones en los que sus protagonistas se encuentran inmersos en la lejanía de la patria abandonada y el enfrentamiento diario a una nueva vida en otro país, pero llevando consigo, como equipaje ineludible, la nostalgia.

El lenguaje de Mario Benedetti está hecho de frases cortas y párrafos igualmente poco extensos, desprovisto de cualquier deseo de retórica y de descripciones superfluas, pero en su concisión y lenguaje directo está el secreto de su estilo inconfundible que denota a uno de los mejores narradores en lengua hispana.

En estos relatos el asunto no importa tanto como la visión nostálgica, escéptica y desengañada del narrador que utiliza a los diversos personajes para encarnar una situación en tiempo real ,o extendida a lo largo de varios meses o años, para explicar lo que él mismo vivía en sus años de exilio de Uruguay, después del golpe militar. Su mirada perpleja, aunque lúcida en cuanto a los razones que llevaron a este país a pasar de una democracia a una dictadura, no le exime de sentir la amargura de quien mira, comprende y no puede hacer nada para evitar la catástrofe en la que muchos millones de personas vieron naufragar sus vidas,

Las situaciones y los diálogos ilustran el sentimiento compartido de unos personajes que se encuentran  sumidos en el drama de un exilio interior o exterior, porque de una forma u otra, todos ellos sufren las convulsiones políticas que trastocaron sus vidas y las sumen en la profunda conmoción que conlleva el sentirse perseguido, hostigado y en peligro por unas ideas políticas o, en el caso de Benedetti y tantos otros uruguayos, obligados a abandonar su país para buscar la libertad que se les niega en su propia patria.

Las reflexiones de los personajes, sus diálogos y la minuciosa descripción de los sentimientos que afloran en estas narraciones, convierten a este libro en un exponente magnífico de la desencantada mirada de un escritor que conoce de lo que habla y reflexiona sobre el mundo caótico que lo rodea, pero no sólo en lo relativo a los acontecimientos políticos, sino en el propio e íntimo universo personal que sabe recrear de forma lúcida que emociona al lector por la cercanía de unos personajes que, aunque hablan con los giros propios de su país, nos parecen muy próximos en su humanidad frágil y en su propio dolor que es común a todos los seres humanos.

Libro aconsejable para quienes deseen conocer a Mario Benedetti y algunas de las claves de su propia obra.

POEMAS DE MARIO BENEDETTI

Mario Benedetti


 Ausencia de Dios

Digamos que te alejas definitivamente
hacia el pozo de olvido que prefieres,
pero la mejor parte de tu espacio,
en realidad la única constante de tu espacio,
quedará para siempre en mí, doliente,
persuadida, frustrada, silenciosa,
quedará en mí tu corazón inerte y sustancial,
tu corazón de una promesa única
en mí que estoy enteramente solo sobreviviéndote.

Después de ese dolor redondo y eficaz,
pacientemente agrio, de invencible ternura,
ya no importa que use tu insoportable ausencia
ni que me atreva a preguntar si cabes
como siempre en una palabra.

Lo cierto es que ahora ya no estás en mi noche
desgarradoramente idéntica a las otras
que repetí buscándote, rodeándote.
Hay solamente un eco irremediable
de mi voz como niño, esa que no sabía.

Ahora qué miedo inútil, qué vergüenza
no tener oración para morder,
no tener fe para clavar las uñas,
no tener nada más que la noche,
saber que dios se muere, se resbala,
saber que dios retrocede con los brazos cerrados,
con los labios cerrados, con la niebla,
como un campanario atrozmente en ruinas
que desandara siglos de ceniza.

Es tarde. Sin embargo yo daría
todos los juramentos y las lluvias,
las paredes con insultos y mimos,
las ventanas de invierno, el mar a veces,
por no tener tu corazón en mí,
tu corazón inevitable y doloroso
en mí que estoy enteramente solo
sobreviviéndote.

Como siempre

Aunque hoy cumplas
trescientos treinta y seis meses
la matusalénica edad no se te nota cuando
en el instante en que vencen los crueles
entrás a averiguar la alegría del mundo
y mucho menos todavía se te nota
cuando volás gaviotamente sobre las fobias
o desarbolás los nudosos rencores

buena edad para cambiar estatutos y horóscopos
para que tu manantial mane amor sin miseria
para que te enfrentes al espejo que exige
y pienses que estás linda
y estés linda

casi no vale la pena desearte júbilos y lealtades
ya que te van a rodear como ángeles o veleros

es obvio y comprensible
que las manzanas y los jazmines
y los cuidadores de autos y los ciclistas
y las hijas de los villeros
y los cachorros extraviados
y los bichitos de san antonio
y las cajas de fósforo
te consideren una de los suyos

de modo que desearte un feliz cumpleaños
podría ser tan injusto con tus felices
cumpledías
acordate de esta ley de tu vida
si hace algún tiempo fuiste desgraciada
eso también ayuda a que hoy se afirme
tu bienaventuranza

de todos modos para vos no es novedad
que el mundo
y yo
te queremos de veras
pero yo siempre un poquito más que el mundo.


Defensa de la alegría

a Trini

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

defender la alegía como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y de la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.


Desde el alma

Vals

Hermano cuerpo estás cansado
desde el cerebro a la misericordia
del paladar al valle del deseo
cuando me dices/ alma ayúdame
siento que me conmuevo hasta el agobio
que el mismísimo aire es vulnerable

hermano cuerpo has trabajado
a músculo y a estómago y a nervios
a riñones y a bronquios y a diafragma

cuando me dices/ alma ayúdame
sé que estás condenado/ eres materia
y la materia tiende a desfibrarse

hermano cuerpo te conozco
fui huésped y anfitrión de tus dolores
modesta rampa de tu sexo ávido

cuando me pides/ alma ayúdame
siento que el frío me envilece
que se me van la magia y la dulzura

hermano cuerpo eres fugaz
coyuntural efímero instantáneo
tras un jadeo acabarás inmóvil

y yo que normalmente soy la vida
me quedaré abrazada a tus huesitos
incapaz de ser alma sin tus vísceras


20 diciembre 2017

Fernando Aramburu

Fernando Aramburo
Fernando Aramburu

Fernando Aramburu, autor de "Patria·, la novela definitiva sobre las víctimas de ETA, que ha obtenido el Premio de la Crítica 2017

Ana Alejandre

Poeta, narrador y ensayista español, nacido en San Sebastián, en 1959. En el seno de una familia obrera. Licenciado en filología Hispánica por la Universidad de Zaragoza.

Desde siempre se sintió atraído por la literatura y ello le llevó a participar en su ciudad natal en la fundación del grupo CLOC de Arte y Desarte, de tendencia surrealista y dadaista, cuyo grupo editó una revista y tuvo gran actividad en la vida cultural del País Vasco, Navarra y Madrid desde 1978 a 1981. La actividad desarrollada por dicho grupo cultural se basaba en acciones de toda clase y en las que predominaba una singular mezcla de poesía, contracultura y sentido del humor.

Desde muy joven sintió gran admiración por Albert Camus, Fedor Dostoievski y Fran Luís de León, entre otros autores. Inició su actividad literaria con el poemario “Ave Sombra” (1981) y poco después “El librillo” que es una colección de textos poéticos para niños.

La primera obra literaria de Aramburu, autor que ha manifestado siempre una profunda admiración por autores tan dispares como Albert Camus, Fedor Dostoievski o Fray Luis de León; así como Franz Kafka, Luis de Góngora o Charles Dickens, fue el libro de poemas “Ave Sombra” (1981). También en este período publicó “El Librillo”, textos poéticos para niños.

Se trasladó a residir en Alemania en 1985, en la ciudad de Hannover, y está casado con una ciudadana alemana. En dicho país permanece en la actualidad, en el que ha impartido clases de lengua española a descendientes de emigrantes hasta 2009, año en el abandonó su actividad docente para dedicarse totalmente a la literatura.

Su primera obra la publicó en 1996 y llevaba el título de Fuegos con limón, novela que está inspirada en sus experiencias en el grupo CLOC y en él se observan ciertas resonancias autobiográficas. Dicha obra la protagoniza Hilario Goicoechea, joven universitario de finales de la década de los 70, que pasa a formar parte del grupo literario llamado La Placa. Esta novela obtuvo el Premio Premio Ramón Gómez de la Serna

Su obra literaria está compuesta, hasta la fecha, por nueve novelas, incluyendo la ya mencionada Fuego con limón, a la que siguieron Los ojos vacíos (2000, primer libro de la Trilogía de Antíbula, territorio convulso por el asesinato del rey y la huida de la reina, y a cuyo lugar llega un misterioso extranjero, El trompetista del Utopía (2003) libro cuyo protagonista, Benito Lacunza, trompetista de un bar del barrio madrileño de Almenara, viaja a Estella para reencontrarse con su padre que agoniza. Ha escrito también para el público infantil “Vida De Un Piojo Llamado Matías” (2004).

Una de sus obras más reconocida por la crítica es la colección de relatos “Los Peces De La Amargura” (2006), compuesta por diversos textos sobre las víctimas del grupo terrorista ETA y que ha sido galardonada con diversos premios tales como el Premio Mario Vargas Llosa, el Premio De La Real Academia Española y el Premio Dulce Chacón.

Otras novelas de Aramburu son “El Trompetista Del Utopía” (2003), Bami Sin Sombra (2005), segundo libro de la Trilogía de Antíbula) “Viaje Con Clara Por Alemania” (2010), novela que relata el viaje de una pareja por el norte del país germánico, con el fin de escribir una guía personal;. También, “Años lentos” (2012) que obtuvo el premio Tusquets de novela 2011, obra que narra la crónica de una familia vasca en los años 60.

.A esos títulos le siguieron La gran Marivián (2013. tercer libro de la Trilogía de Antíbula), Ávidas pretensiones.(2014) que ganó el premio Biblioteca Breve. Después publicó “Las Letras Entornadas” (2015), diálogo sobre literatura que invita a gozar de los placeres de la vida.. Por último, publica la aclamada “Patria” (2016) libro del que es protagonista una mujer cuyo marido fue asesinado por un comando de ETA. La viuda decide volver a su hogar cuando la banda terrorista anuncia el abandono de las armas, a pesar de la actitud recelosa de sus convecinos.

. Dicha obra ha obtenido el Premio de la Crítica de 2017, Premio Francisco Umbral al Libro del Año, en 2017, y Premio del Club Internacional de la Prensa 2017.

Aramburu, a lao largo de su carrera literaria, ha recibido otros premios literarios españoles que están reseñados en el apartado dedicado a tal fin.

·Muchas de sus obras han sido traducidas a varios idiomas. Es asiduo colaborador de la prensa española, de cuya actividad se ofrece una muestra en este espacio.



Bibliografía de Fernando Aramburu

Novela:                                                                                                        
Fernando Aramburu

Fuegos con limón, 1996
Los ojos vacíos, 2000
El trompetista del Utopía, 2003
Bami sin sombra, 2005
Viaje con Clara por Alemania, 2010
Años lentos, 2012
La gran Marivián, 2013
Ávidas pretensión, 2014
Patria, 2016

Relato:

No ser no duele, 1997
El artista y su cadáver, textos breves de contenido diverso, bromas surrealistas y microrrelatos; 2002
Los peces de la amargura, 2006
El vigilante del fiordo, 2011

Narrativa infantil:

El ladrón de ladrillos, 1998
Mariluz y los niños voladores, 2003
Vida de un piojo llamado Matías, 2004
Mariluz y sus extrañas aventuras, 2013

Poesía:

El librillo, 1981
Ave Sombra/Itzal Hegazti, 1981
Bruma y conciencia/Lambroa eta kontzientzia (1977-1990), 1993
El librillo, poemas para niños; 1995
Yo quisiera llover, 2010


PREMIOS

Premio Ramón Gómez de la Serna 1997
Premio Euskadi 2001
Premio Mario Vargas Llosa NH 2007 por Los peces de la amargura
Premio Dulce Chacón 2007 por Los peces de la amargura
Premio Real Academia Española 2008 por Los peces de la amargura
Premio Tusquets de Novela 2011 por Años lentos
Premio de los libreros de Madrid 2012 por Años lentos
Premio Biblioteca Breve 2014 por Ávidas pretensiones.
 Premio Ramón Rubial 2016 por Patria
Premio Francisco Umbral al Libro del Año al libro del año 2017 por Patria
Premio de la Crítica 2017 por Patria
Premio del Club Internacional de la Prensa 2017 por Patria


ENLACES



Artículos de Fernando Aramburu

¿Por qué matamos?
(El País, 24 feb 1998)
Fernando Aramburu

Hay personas que arreglan cañerías, venden fármacos o conducen locomotoras. Nosotros también hacemos lo que sabemos, lo que nos han enseñado. Nosotros matamos. Desde niños nos han alentado a ello las rencorosas soflamas paternas y maternas en torno a la mesa familiar, la ponzoña patrioteril que inocula el maestro en el alma maleable de los alumnos, la cuadrilla de amigos del barrio en la que por vía mimética se aprende temprano a embotar el sentido de la culpa y, cómo no, la taberna, que es la universidad por excelencia de los iletrados.Hay poca cultura dentro de nuestros pasamontañas. Por eso matamos. Matamos por la atracción que ejerce en nuestros cerebros atestados de propaganda el prestigio varonil de la fuerza bruta. A nosotros se nos hace muy cuesta arriba progresar por los vericuetos del razonamiento. La realidad social está cuajada de matices, de sutilezas democráticas, de pros y contras: cuánta complicación. Nosotros preferimos simplificar la realidad allanándola a puro bombazo. La muerte es nuestro lenguaje. La muerte es lo único que podemos decir. El porvenir que anhelamos es el producto resultante de un alto número de muertos. Se hace camino al matar.

Matamos antes de nada para ganar enemigos, por cuanto la existencia del enemigo justifica el matar. Nosotros acertamos caiga quien caiga. "Algo habrá hecho para que lo maten", se oye a menudo murmurar en las esquinas de Euskadi. La culpa es siempre de la víctima y de quienes vierten lágrimas por ella. Nosotros aspiramos a la paz, a una paz duradera y justa, que consiste principalmente en que nosotros dejemos de matar. Si no fuera porque aspiramos a la paz, no habríamos matado a ochocientas y pico personas, niños inclusive. ¡Con lo sencillo que sería alcanzar un acuerdo! Hágase nuestra voluntad, frágüese una frontera al viejo estilo, que aísle Euskalherría del resto de Europa, y entonces.... entonces sólo mataremos en nuestros pueblos y vecindades.

Nosotros matamos para que al día siguiente lo cuenten con detalles los medios de comunicación, de suerte que los comentaristas de actualidad nos aclaren a nosotros mismos por qué matamos, cuál es el sentido de nuestra acción y, muchas veces, a quién hemos matado. Matamos de costumbre con pretextos acompañados por el adjetivo vasco, en la inteligencia de que todo lo vasco inspire resquemor, antipatía, repugnancia. Pretendemos que la ciudadanía española y francesa, confundida por la rabia, aborrezca no menos a los vascos pacíficos que al puñado violento. Nuestras balas no atraviesan nucas para que después las multitudes griten "ETA no, vascos sí"; pero en el fondo qué más da si, total, nosotros vamos a matar se diga lo que se diga y pase lo que pase. Pues cuando, al filo de las primeras canas, comprendemos el sinsentido de matar, aparece un nuevo bruto, joven, voluntarioso y con ansias de reunir méritos de guerra, que toma el arma y reanuda la matanza.

Matamos, algunos, con la vista puesta en lograr reconocimiento de vasquidad. Por la puerta de la militancia seperatista aspira a asimilarse el descendiente del inmigrado. Matar con esa excusa da derecho al pasaporte vasco en la nación deseada. Matar para ser vasco. No faltan en nuestras listas de solícitos apretadores de gatillos patronímicos como Álvarez, González Peñalva, López Riaños, Manzanos, Parot, etcétera. ¿Qué diría Sabino Arana si supiera que individuos de dudosa pureza sanguínea y de preocupante Rh, enarbolan su bandera, se apropian de su entelequia patriótica y luchan por la liberación de Euskalherría liquidando a gente llamada Olaciregi, Iruretagoyena o Múgica? No queda más remedio que redefinir el concepto de raza vasca. Vasco auténtico: dícese, hoy por hoy, de cualquier habitante del planeta que postula la independencia de Euskadi. El resto de la humanidad está en la lista negra.

Y es que en realidad nos vence el miedo a dejar de matar. Lo uno por no estar en una celda a solas con el recuerdo de lo que hicimos, a merced de los remordimientos y de la certeza incontestable de la inutilidad de nuestro furor.

Lo otro, porque ¿quién tiene redaños para ser el Maroto que ponga fin con un nuevo abrazo de Vergara, de Argel o de donde sea, a esta guerra unilateral cuyo único lance bélico consiste en que nosotros vamos por ahí a escondidas y matamos? Dejar de matar nos irrogaría el repudio de los compañeros de locura. Caminaríamos por el pueblo y oiríamos mascullar a nuestra espalda: ése es el traidor que ordenó la tregua indefinida. Supondría, además, admitir públicamente que toda la sangre derramada, la propia y la ajena, ha sido en vano. Mejor, por consiguiente, seguir matando, aunque sea en vano, hasta tanto llegue la derrota que en nuestro fuero interno apetecernos; la que nos sacaría del laberinto que nosotros mismos hemos maquinado y del que no sabemos salir solos; la que transmitiría a las generaciones venideras de adolescentes vascos, imbuidos del fanatismo nacionalista, el convencimiento de que todavía existe una cuenta histórica pendiente.

Por nuestra cuenta no pararemos nunca de matar, como no sea que, desatada la disidencia en nuestras filas, nos matemos a tiros entre nosotros. Ya falta menos, no se preocupen. Y, si no, al tiempo.


Tocado por la genialidad
Fernando Uramburu
(El País 17 may 2017)

La primera vez que oí mencionar el nombre de Félix Francisco Casanova fue en una carta del poeta Francisco Javier Irazoki. Se acababa la década de los setenta del siglo pasado. Por entonces seguía siendo común el intercambio epistolar. Me bastaron unas pocas muestras de la poesía de aquel chaval canario, muerto pocos años antes por causa de un escape de gas mientras tomaba un baño en su domicilio de Santa Cruz de Tenerife, para percatarme de su enorme calibre literario.

Aquellos pocos poemas que conocí por mediación de Irazoki tenían los ingredientes justos para que a uno, al leerlos, le produjesen con gran intensidad la experiencia poética. No me cupo la menor duda de que quien los había compuesto estaba dotado de una gracia particular. No es sólo que los textos estuvieran bien escritos. De hecho, la literatura de Casanova huele a todo menos a escritorio. Era otra cosa que nadie, ni el erudito más dilecto, ha sabido definir hasta la fecha, aunque somos muchos los que nos llenamos la boca con su nombre.

Aquellos poemas tenían un misterio, una musicalidad no nacida de las convenciones métricas y una fuerza expresiva que los hacía de todo punto seductores. Eran, desde luego, distintos de cuanto escribían los jóvenes de mi tiempo; en muchos casos, dignos epígonos del estilo literario de sus mayores. No, aquellos poemas en los cuales lo lúdico y lo luctuoso se mezclaban con afortunada y a la vez inexplicable armonía estaban tocados de la genialidad. Los largos años transcurridos desde entonces no me han apeado de mi impresión primera.

Aquellos poemas tenían un misterio, una musicalidad no nacida de las convenciones métricas y una fuerza expresiva que los hacía de todo punto seductores
Otro poeta, Jorge G. Aranguren, me proporcionó las señas postales de Félix Casanova de Ayala, padre de Félix Francisco. Ya entonces el hombre, que, aquejado de melancolía, había renunciado a prolongar su propia obra, cultivaba con entrañable denuedo la memoria del hijo fallecido. Le escribí. Me topé con lo que había, una humanidad profundamente dolida, primero por la pérdida de la esposa, después por la del hijo superdotado y compañero de páginas. Juntos habían llenado de poemas Cuello de botella, cuya publicación Félix Francisco no pudo ver. Su padre me procuró los libros de este. Él mismo me los había dedicado en nombre del hijo para siempre ausente. El cartero me entregó aquellas joyas enviadas a San Sebastián desde Canarias: una maleta llena de hojas, la referida Cuello de botella y un diamante en forma de novela, El don de Vorace, que Félix Francisco había escrito a los 17 años en poco más de 40 días.
La publicación de las Obras completas de Casanova, editadas con esmero por la editorial Demipage, supervisadas por el ojo infalible de Irazoki, se me figura un acontecimiento cultural de primera magnitud. A veces dan ganas de que existan el cielo, el más allá, no sé, una atalaya para difuntos desde la cual Félix Casanova de Ayala pudiera disfrutar del resultado de sus desvelos. A su lado, Félix Francisco seguro que se lo tomaría a risa mientras indaga qué tipo de música escuchan los jóvenes actuales.